Alejandro Fernández conquista el Domo Care en su segunda noche Sold Out: Un homenaje a su legado y los clásicos de Vicente
La segunda fecha de Alejandro Fernández en el Domo Care, el pasado 2 de mayo, no solo confirmó su capacidad para llenar recintos, sino también su talento para conectar con el público a través de la música que lo ha convertido en un ícono. Con un escenario que parecía diseñado para la nostalgia y la fiesta, el Potrillo entregó un espectáculo que mezcló lo mejor de su repertorio con los clásicos de su padre, Vicente Fernández, en un tributo sentido y energético.
La apertura: Marco Marroquín, una revelación norteña
Antes de que Alejandro apareciera, el joven Marco Marroquín tomó el escenario para presentar su propuesta musical. Con un estilo fresco pero arraigado en la tradición, Marroquín logró captar la atención del público, preparando el terreno para lo que sería una noche inolvidable.
Medianoche, el momento mágico
Puntual, como un charro que cumple su palabra, Alejandro Fernández apareció al filo de la medianoche. Los primeros acordes de ‘No me sé rajar’ y ‘Hermoso Cariño’ resonaron en el recinto, transportando a los asistentes a la época dorada de su padre. Fue un guiño emotivo, pero también una declaración: esta sería una velada donde lo clásico y lo contemporáneo se fundirían en un solo ritmo.
Un show dentro de otro show
Alejandro lo dejó claro desde el principio: “Esta noche es por partida doble”. Y cumplió. Alternó sus éxitos más recientes, como ‘Me dediqué a perderte’ y ‘Sé que duele’, con corridos que honraron su herencia ranchera: ‘El Cantor’ y ‘Mi amigo el tordillo’ fueron recibidos con ovaciones. El público, en pie, coreó cada verso, demostrando que estas canciones no solo se escuchan, se viven.
El cierre: Una serenata para el recuerdo
La noche terminó con los acordes de ‘Canta corazón’, una canción que resume la esencia de Alejandro: voz potente, emociones a flor de piel y un vínculo inquebrantable con su audiencia. Los asistentes abandonaron el recinto con una sonrisa y la certeza de haber sido parte de algo único.
¿Por qué Alejandro Fernández sigue reinando?
Porque más que un cantante, es un narrador de historias. Porque su música, ya sea propia o heredada, no suena, resuena. Y porque noches como esta confirman que el Domo Care no es solo un recinto, sino su segundo hogar.
