Paquita la del Barrio se despide: la voz del desamor se apaga a los 77 años
La icónica intérprete de “Rata de dos patas” falleció en su hogar en Veracruz tras enfrentar años de complicaciones de salud. Su legado musical es eterno.
Este 17 de febrero, la música mexicana perdió a una de sus grandes exponentes. Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, falleció a los 77 años en su casa en Veracruz, dejando tras de sí una carrera que marcó a generaciones con himnos de despecho y valentía.
El adiós a un ícono
Su equipo confirmó la noticia a través de un comunicado en redes sociales:
“Con profundo dolor y tristeza, confirmamos el sensible fallecimiento de nuestra querida Paquita la del Barrio. Su música y legado vivirán siempre en nuestros corazones.”
El anuncio también solicitó respeto y privacidad para su familia en estos momentos de duelo.
Un golpe fulminante
Según informó su representante, Paquita murió a causa de un infarto. La mañana del 17 de febrero, su equipo notó que no despertaba y, al llamar a los servicios médicos, estos confirmaron su deceso.
La salud de la cantante se había visto deteriorada en los últimos años, con padecimientos como trombosis pulmonar, neumonía y fuertes dolores en el nervio ciático, lo que la llevó a retirarse paulatinamente de los escenarios.
Más de 50 años de historia musical
Paquita la del Barrio no solo fue una intérprete; fue una voz para muchas mujeres. Con su estilo directo y su característico tono de reclamo hacia los hombres infieles, creó himnos como “Tres veces te engañé”, “Me saludas a la tuya” y la emblemática “Rata de dos patas”, una de sus canciones más recordadas.
Su carrera comenzó en la década de los 80 y, a base de esfuerzo y autogestión, se convirtió en una de las artistas más queridas de la música ranchera. A lo largo de los años, recibió nominaciones a los premios Grammy y participó en múltiples proyectos televisivos.
El último aplauso
En sus últimas presentaciones, Paquita ya se apoyaba en una silla de ruedas para poder cantar, pero jamás perdió el cariño del público. En una de sus últimas apariciones, conmovió a todos al decir:
“Sus aplausos me los llevo hasta la tumba.”
Su legado trasciende la música: es un símbolo de fortaleza, desamor y lucha. Paquita la del Barrio no solo se va de los escenarios, sino que entra en la eternidad.